El robo de datos informáticos: ¡Cuidado con una incorrecta destrucción!

El mundo digital ha avanzado enormemente en los últimos años. Los soportes de este tipo se encuentran ya presentes en todas las empresas, recogiendo grandísimas cantidades de datos e información. Todo ello ha llevado también al robo de datos informáticos, lo que supone una gran amenaza para las compañías. De todas las causas que pueden originar esta situación, una incorrecta destrucción es una de las más habituales.
Por desgracia, la posibilidad de padecer ataques informáticos es cada vez mayor. Esto nos obliga a invertir en seguridad y prevención, evitando negligencias que puedan suponer una incidencia y, en el peor de los casos, incluso multas económicas. Si tienes dudas sobre la destrucción de discos duros, te invitamos a leer este post de nuestro blog que publicamos no hace demasiado tiempo.
Lo que está claro, desde nuestra experiencia, es que una mala destrucción puede propiciar el robo de datos informáticos con mucha mayor probabilidad en todas aquellas empresas que no reciclen ni destruyan correctamente sus ordenadores, discos duros y demás soportes informáticos. En el lado contrario, una destrucción adecuada y segura reducirá el riesgo prácticamente a cero.
Destrucción para evitar el robo de datos informáticos
Para evitar situaciones indeseables, empresas y compañías deben preocuparse de llevar a cabo una correcta destrucción de todo el material informático de forma segura y confidencial. Para ello, nada mejor que ponerse en manos de profesionales cualificados y con amplia experiencia en este campo, como nosotros.
Además, un aspecto que debemos valorar también es que al contratar un servicio de este tipo, no solo estaremos invirtiendo en nuestra tranquilidad empresarial, sino también estaremos reduciendo los desechos electrónicos que, año tras año, aumentan en nuestro planeta.
El proceso de destrucción para impedir el robo de datos informáticos no incluye solo borrar y formatear los discos duros, sino también eliminar y desmagnetizarlo y, posteriormente, llevar a cabo una destrucción física de los soportes. Sin este paso final, la información todavía podría ser recuperada, robada o filtrada.
Gracias a nuestra experiencia en este campo, podemos afirmar que solo una destrucción completa y física evitará el robo de datos informáticos. Por eso, resulta tan importante ponerse en manos de verdaderos especialistas capaces de estudiar cada caso y ofrecer una solución adecuada.